CUANDO YO SEA SÓLO UN SUEÑO

He venido a hablarles acerca de Él, y de cómo aprisionarlo en el corazón, y de la disciplina que atrae su gracia.
A aquellos que me han pedido que los conduzca a la presencia de mi Bienamado, los prevengo con la muda palabra de mi mente, o bien, les hablo con una suave mirada sugerente, o también con un dulce murmullo de amor, o en voz alta los disuado cuando de Él se apartan.