FE Y ATENCIÓN: DOS FACTORES NECESARIOS

Si se desea que una afirmación alcance la supraconciencia, dicha afirmación debe estar libre de toda duda e incertidumbre. La atención y la fe son como antorchas capaces de conducir hasta las mentes subconsciente y supraconsciente incluso aquellas afirmaciones que se practican sin una plena comprensión de su significado.

La paciencia y la repetición atenta e inteligente operan maravillas. Las afirmaciones practicadas para sanar perturbaciones físicas o mentales crónicas deben repetirse con frecuencia, profundidad y continuidad (sin prestar ninguna atención a las condiciones persistentes adversas, si las hubiera) hasta que lleguen a formar parte integrante de nuestras más hondas convicciones intuitivas. Es preferible morir -si la muerte ha de llegar- con la convicción de poseer una salud perfecta, antes que con la idea de ser víctima de un mal físico o mental incurable.