KARMA YOGA: EL SENDERO DE LA ACCIÓN ESPIRITUAL

Incluso el hombre sabio -¡y no digamos las personas comunes!- comprueba que sus sentidos están gobernados por sus características generales o tendencias inherentes. Esto significa que los sentidos, conforme a los hábitos creados a través de las previas acciones prenatales y postnatales, manifiestan una atracción irresistible hacia determinadas cosas y un rechazo hacia otras. El comportamiento y el carácter básico de todo ser viviente está determinado por las leyes de la Naturaleza, pero más específicamente por el karma colectivo o el principio universal de causa y efecto. Sin embargo, cada persona está sujeta además a su karma individual anterior, que determina sus estados de ánimo, inclinaciones y hábitos característicos, los cuales gobiernan sus pensamientos y acciones. La supresión superficial o la simple limitación de los efectos externos no bastan para alterar el curso de las leyes de la Naturaleza.