SWAMI SHYAMANANDA GIRI: UN GUERRERO ESPIRITUAL DE DIOS Y DEL GURÚ

Swami Shyamananda ha sido la columna vertebral de nuestra obra en toda la India. Y dondequiera que haya viajado, tanto en la India como en el extranjero, sirviendo a esta organización, se ha ganado no sólo el respeto sino también el profundo amor de la gente. Tenía una gran capacidad de amar; la reciprocidad no era más que natural.
Shyamananda se inspiró mucho en la vida de nuestro santo segundo presidente, Rajarsi Janakananda. Rajarsi se convirtió en su ideal, y yo diría que, a su manera, era la contraparte india de Rajarsi. Swami Shyamananda vivió sólo para la obra de Dios y del Gurú. Rara vez he visto tal capacidad y entusiasmo por prestar servicio. Incluso hasta en los últimos días de su vida, hablaba de poco más que no fuera del trabajo que aún quedaba por hacer en la India. Se había fijado muchas metas para el crecimiento de esa misión. Y una tarde, cuando estábamos hablando con él aquí durante su enfermedad, nos dijo: «Si debo dejar este cuerpo ahora, lo dejo con un solo deseo: que regrese rápidamente a este mundo de nuevo para continuar mi servicio a la obra del Maestro. Ése es el ardiente deseo de mi corazón».