Artículos tomados de los escritos de Paramahansa Yogananda y de algunos de sus díscipulos más cercanos
MEDITARÉ
Amado Dios, puesto que no es posible ejecutar ningún compromiso terrenal sin utilizar las facultades recibidas de Ti, renunciaré a todo cuanto pueda impedirme cumplir mi compromiso de meditar diariamente en Ti.
Hoy meditaré, sin tener en cuenta cuán cansado crea estar. Mientras me esfuerzo por meditar, no consentiré ser una víctima de los ruidos que distraen la atención. Transferiré mi conciencia al mundo interior.
Atravesando la puerta de la meditación, me adentraré en el divino templo de la paz eterna y adoraré allí a Dios ante el altar del contentamiento siempre renovado. Para iluminar su templo en mi interior, encenderé en éste el fuego de la felicidad.
LA CUALIDAD DE LA FE
La relación gurú-discípulo perfecciona en el chela la cualidad de la fe. El mundo en el cual vivimos se basa en la relatividad y es, por consiguiente, inestable. No sabemos, de un día a otro, si nuestro cuerpo se encontrará en buenas condiciones o si será víctima de la enfermedad. Ignoramos si nuestros seres queridos, de cuya compañía disfrutamos hoy, se encontrarán con nosotros mañana o habrán abandonado ya esta tierra. No sabemos si la paz de la cual gozamos hoy será mañana destruida por la guerra. Este desconocer crea en el hombre una gran inseguridad. Es por ello que existe actualmente tanta inquietud, e incluso tantas enfermedades mentales. Y ésta es también la razón por la cual el hombre se aferra ciegamente a las posesiones materiales: Anhela conquistar una posición superior, adquirir mayor prestigio y fama, más dinero; desea una casa más grande, más vestimentas, un nuevo automóvil. Todas estas cosas, cree él, le aportarán la seguridad en un mundo lleno de temor e incertidumbre. En su lucha por conquistar meros objetos, los convierte en sus dioses.
CRISTO Y KRISHNA, AVATARES DE LA VERDAD ÚNICA
Un Maestro es un ser cuya conciencia se ha purificado para poder recibir y reflejar en forma perfecta la luz de Dios. El sol brilla con igual intensidad tanto sobre el carbón como sobre el diamante, pero solo éste último refleja dicha luz. Igualmente, la luz del Señor se derrama sobre todos los seres vivientes, pero algunos la reflejan en mayor grado que otros. Y es así como en el hombre dotado de realización espiritual, la luz divina se encuentra reflejada en su plenitud.
Todo ser humano es un alma envuelta en el velo de maya. A través de la evolución y del esfuerzo personal, el alma abre un pequeño orificio en dicho velo, un orificio que va creciendo progresivamente. A medida que dicha abertura se agranda, la conciencia se expande y el alma se manifiesta en forma más plena. Finalmente, cuando el velo se destruye completamente en un hombre, éste se convierte en un «maestro», es decir en el amo de sí mismo y de maya.
DONDE BRILLA LA LUZ
Aprecio cualquier cosa que Dios me da, pero no la añoro cuando desaparece. En cierta ocasión, alguien me regaló un bonito abrigo y un sombrero, ambos muy costosos. Allí comenzaron mis preocupaciones; tenía que estar pendiente de no rasgarlos ni mancharlos, y eso me hacía sentir incómodo. Yo pensaba: «Señor, ¿por qué me has dado esta preocupación?». Un día, debía dar una conferencia en el Trinity Hall, aquí, en Los Ángeles. Cuando llegué al vestíbulo del auditorio y comencé a quitarme el abrigo, el Señor me dijo: «Retira tus pertenencias de los bolsillos». Y así lo hice. Cuando volví al guardarropa, después de la conferencia, el abrigo había desaparecido. Yo estaba contrariado, y alguien comentó: «No se preocupe; le conseguiremos otro abrigo». Yo respondí: «No estoy disgustado por haber perdido el abrigo, sino porque quien se lo apropió ¡no se llevó también el sombrero que hace juego!».
JAMÁS ADMITAS LA DERROTA
Resucita tu alma de todos los sueños de debilidad. Resucita tu alma en la sabiduría eterna. ¿Cuál es el método? Éste incluye diversos puntos: relajación, autodominio, régimen alimenticio adecuado, fortaleza, una actitud imperturbable de la mente y desligar la conciencia de su identificación con el cuerpo por medio de la práctica regular de los principios científicos de concentración y meditación. Jamás admitas la derrota. Aceptarla es el mayor fracaso. Posees un poder ilimitado y debes cultivar ese gran poder. Eso es todo.
UNA CONCIENCIA TRANQUILA ES LA CLAVE PARA VIVIR SIN TEMORES
Debes aprender a afrontar tus problemas sin temor y con la conciencia tranquila, tal como yo lo he hecho. Ya nunca oro por mi alma o por mi cuerpo, porque he logrado la eterna seguridad que proviene de Dios. Eso es suficiente. Para mí, rezar sería dudar. Mi conciencia está libre, porque no he hecho mal a ser humano alguno, y sé que es verdad. Poder decirse a uno mismo: «No he hecho mal a nadie», significa ser la persona más feliz de la Tierra.