ORIGEN MENTAL DE LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS

ORIGEN MENTAL DE LAS ENFERMEDADES CRÓNICAS

Cuando luchamos por recuperar la salud perdida, a menudo solemos prestar mayor atención al poder avasallador de la enfermedad que a concentrarnos plenamente en la posibilidad de sanar y, en consecuencia, permitimos que la enfermedad corporal se convierta en un hábito tanto mental como físico. Este fenómeno se manifiesta especialmente en las personas tensas y aprensivas. Todo pensamiento depresivo o de felicidad, de irritabilidad o de calma, graba surcos sutiles en las células cerebrales, fortaleciendo nuestras tendencias hacia la enfermedad o hacia el bienestar, respectivamente.

Las subconscientes «ideas-hábito», ya sean de salud o de enfermedad, ejercen una poderosa influencia sobre nuestro ser. Las enfermedades rebeldes tanto mentales como físicas poseen siempre una profunda raíz en la mente subconsciente. Para eliminar la enfermedad es necesario arrancar estas ocultas raíces. Por eso, toda afirmación consciente debe ser practicada con la suficiente fuerza como para que sea capaz de imprimirse en la mente subconsciente; entonces esta última influirá a su vez en forma automática sobre la conciencia. Así pues, las afirmaciones vigorosas que se practican de manera consciente actúan sobre la mente y el cuerpo a través de la mediación de la mente subconsciente. Las afirmaciones efectuadas con una fuerza aún mayor alcanzan no sólo la mente subconsciente sino también la supraconsciente, mágica surtidora de poderes milagrosos.

Toda afirmación de una Verdad debe ser practicada aplicando en ella la voluntad, el sentimiento, la inteligencia y la devoción. No ha de permitirse que la atención se distraiga. Es necesario entrenar la atención como si se tratase de un niño travieso; cada vez que se desvíe de su objetivo, hay que traerla de vuelta y enseñarle, repetida y pacientemente, a concentrarse en la tarea asignada.

AFIRMACIONES TERAPÉUTICAS GENERALES:

En cada altar del sentimiento, de la voluntad y del pensamiento,

moras Tú, moras Tú.

Tú eres todo sentimiento, toda voluntad y todo pensamiento.

Eres Tú quien los guía; permíteles seguirte a Ti, permíteles seguirte… permíteles que sean como Tú eres.

En el templo de la conciencia, la luz -tu luz- moraba, y yo no la veía; mas ahora sí la veo.

El templo está iluminado, el templo está sano. Soñando, mientras dormía, creí que el templo se había quebrado, minado por el miedo, la ansiedad y la ignorancia mías.

Minado por el miedo, la ansiedad y la ignorancia mías,

soñando mientras dormía,

creí que el templo se había quebrado.

Tú me has despertado hoy,

Tú me has despertado;

tu templo está sano hoy,

tu templo ha sanado.

Paramahansa Yogananda. Libro “Afirmaciones científicas para la curación”. Pág 9, 79