UNA CONCIENCIA TRANQUILA ES LA CLAVE PARA VIVIR SIN TEMORES

UNA CONCIENCIA TRANQUILA ES LA CLAVE PARA VIVIR SIN TEMORES

Es absurdo tratar de escapar de tus preocupaciones, porque te acompañarán dondequiera que vayas. Debes aprender a afrontar tus problemas sin temor y con la conciencia tranquila, tal como yo lo he hecho. Ya nunca oro por mi alma o por mi cuerpo, porque he logrado la eterna seguridad que proviene de Dios. Eso es suficiente. Para mí, rezar sería dudar. Mi conciencia está libre, porque no he hecho mal a ser humano alguno, y sé que es verdad. Poder decirse a uno mismo: «No he hecho mal a nadie», significa ser la persona más feliz de la Tierra.

Ofrece tu amistad a todos. Aun cuando hayas sido traicionado por alguien a quien amabas y habías entregado tu confianza, no te preocupes. Sé siempre tú mismo; eres lo que eres. Ésta es la única forma sincera de vivir. Aunque no todos deseen ser tus amigos, debes prodigar tu amistad a todo el mundo sin esperar nada a cambio. Yo comprendo y amo a todos, pero jamás espero que nadie sea mi amigo y me comprenda. Sobre la base de este principio, estoy en paz conmigo mismo y con el mundo, y jamás siento motivo alguno para preocuparme.

El tesoro de la amistad es la posesión más valiosa que puedas tener, porque te acompañará incluso más allá de esta vida. Todos los verdaderos amigos que hayas hecho los encontrarás de nuevo en la morada del Padre, porque el amor auténtico jamás se pierde. Por otro lado, el odio tampoco se pierde y, consecuentemente, atraerás hacia ti, una y otra vez, cualquier cosa que odies hasta que superes esa intensa aversión.

Ni siquiera debes odiar a tus enemigos. Nadie es malo del todo. Si oyes a alguien tocar un piano que desafina a causa de una tecla defectuosa, tenderás a pensar que el piano entero es inservible. Pero el problema reside sólo en una tecla. Arréglala y comprobarás que el piano está perfectamente bien. Dios habita en el interior de todos sus hijos. Odiar a alguien significa rechazar al Señor, que mora tanto en ti como en los demás. La Tierra es el laboratorio de Dios. Ardemos en el crisol de la experiencia mortal para que nuestra inmortalidad divina, que está oculta bajo la escoria de nuestra conciencia, pueda revelarse. Ama a todos, resérvate tus propias opiniones y no te preocupes.

Deja tus problemas en las manos de Dios. Cada vez que te preocupas, estás preparando y consumando tu propio funeral. ¡Pero tú no deseas que tus angustias te entierren vivo! ¿Por qué sufrir y morir cada día a causa de la preocupación? Sea cual sea tu situación -pobreza, pena, mala salud-, recuerda que siempre habrá alguien en el mundo que esté sufriendo cien veces más que tú. No te consideres desafortunado porque, de esa forma, causas tu propia derrota e impides que llegue a ti la omnipotente luz de Dios, que siempre está tratando de ayudarte.

Paramahansa Yogananda. Libro “Vive sin miedo”. Pág 35