JAMÁS ADMITAS LA DERROTA

JAMÁS ADMITAS LA DERROTA

Resucita tu alma de todos los sueños de debilidad. Resucita tu alma en la sabiduría eterna. ¿Cuál es el método? Éste incluye diversos puntos: relajación, autodominio, régimen alimenticio adecuado, fortaleza, una actitud imperturbable de la mente y desligar la conciencia de su identificación con el cuerpo por medio de la práctica regular de los principios científicos de concentración y meditación. Jamás admitas la derrota. Aceptarla es el mayor fracaso. Posees un poder ilimitado y debes cultivar ese gran poder. Eso es todo.

La meditación constituye la manera más elevada de resucitar tu alma del cautiverio del cuerpo y de todas tus aflicciones. Medita a los pies del infinito. Aprende a saturarte de Él. Tus dificultades pueden ser muy graves, probablemente enormes, más tú eres tu mayor enemigo. Eres inmortal, tus problemas son transitorios. Éstos son cambiantes, más tú eres inmutable. Tú puedes poner en acción poderes infinitos y aniquilar las dificultades finitas.

Dos ranas, una grande y otra pequeña, cayeron en un cubo que contenía leche. Las paredes del balde eran lustrosas y lisas, demasiado resbaladizas y empinadas para que las ranitas pudieran salir de él trepando. Ambas luchaban por mantenerse vivas, pero cada vez que asomaban la boca para respirar un poco de oxígeno, volvían a caer. Nadaban en círculos, sin cesar. Después de un rato, la rana grande se dio por vencida y se ahogó. Pero la pequeñita dijo: “La vida es demasiado hermosa. No quiero morir. Seguiré nadando, aunque mis patitas desfallezcan”. Dicho esto, continuó batallando durante horas, hasta que, repentinamente, sintió algo sólido bajo sus patas: ¡la leche se había convertido en mantequilla¡  Y, gracias a esto, la ranita pudo saltar hacia afuera. ¡Así es la vida, y no de otra manera¡ Si después de combatir las adversidades sin mucha convicción, como hizo la rana grande, abandonas la lucha, mereces sucumbir en brazos de tus problemas. Pero si perseveras en el intento con decisión, superarás las dificultades, porque del Infinito surgirá alguna respuesta que te permitirá vencer los obstáculos. Compórtate como la rana pequeña. A toda costa, continúa esforzándote. ¡Toma la decisión¡ Resucítate de la debilidad, la ignorancia, la conciencia de  enfermedad y, sobre todo, de las flaquezas de los hábitos indeseables que asedian tu vida. 

Paramahansa Yogananda. Libro «El Viaje a la Iluminación». Pág. 383