LA ENERGÍA VITAL ES PRECISAMENTE EL INSTRUMENTO CON EL QUE UNO TRABAJA PARA DESPERTAR ESPIRITUALMENTE

Estimado ____________:

Con respecto a sus problemas sexuales, quiero preguntarle si tiene usted el libro Afirmaciones científicas para la curación, de Swami Yogananda. En él da consejos a quienes padecen de lo mismo. Le sugiero también que practique la concentración en el entrecejo mientras piensa que la fuerza sexual está subiendo al cerebro, donde puede ser utilizada para fines mentales o espirituales. Haga esto tantas veces como guste o con la frecuencia que estime necesaria, manteniéndose siempre firme en el pensamiento de que esta fuerza está siendo impulsada hacia arriba. 

Piense en la diferencia que se opera en el carácter de un hombre al cambiar el objeto al que ata su deseo. Verá que, si quiere, puede usted abandonar el deseo de placeres inferiores y fijar ese mismo deseo en un objeto más elevado. Un pequeño ejemplo dejará muy claro lo que quiero decir:

Mientras un hombre no tenga un objetivo por el que trabajar, gastará su dinero con facilidad y negligentemente. Apenas sabe en qué se le va. Pero ¡qué cambio tiene lugar cuando comienza a desear ardientemente algo que sólo podrá obtener si antes ahorra cierta cantidad de dinero! Quizás quiera cursar estudios superiores, o viajar, o casarse. Ahorra entonces hasta el último centavo.

Lo mismo que al hombre del ejemplo le ocurre a usted. Su dolencia física y su deseo de crecimiento personal son los medios que Dios está utilizando para despertar su alma, para llamarle desde una vida inferior a otra más elevada. Para responder a esta llamada, debe resistir y trabajar, estudiar y practicar, siempre con la firme determinación de no abandonar jamás, sean cuales sean los obstáculos que encuentre en el sendero. 

La energía vital es precisamente el instrumento con el que uno trabaja para despertar espiritualmente. Es el fondo que tiene usted ahorrado en el banco. Si lo gasta, si lo dilapida en un exceso de placer sexual, no tendrá fuerza para luchar por la vida superior. Pero si lo ahorra, lo reserva y lo hace subir al cerebro, podría utilizarlo para trabajos creativos y para la realización del Ser. ¡Qué emocionante idea! ¡Qué magnífica posibilidad!

Gyanamata.

P. D.: No se desanime. Muchos grandes santos han tenido que librar la misma batalla. San Francisco de Asís es un ejemplo. Luchó y venció.

Gyanamata. Libro “Solo Dios”. Pág 161. Extracto de una carta dirigida a un estudiante de Self-Realization.